¿Quién dijo que la filosofía no podía hacernos reír? En este artículo te traemos 10 chistes filosóficos con explicación, para que incluso si nunca estudiaste lógica, puedas entender el humor detrás de grandes ideas del pensamiento universal del mundo de la filosofía. Algunos juegan con paradojas, otros con frases célebres, y varios con situaciones tan absurdas como la vida misma.
Prepárate para reír... y luego pensar.
Chistes Filosóficos que Solo Entenderás si Aprobaste Lógica 1 (Y Aunque No, Te los Explicamos)
1. “Sólo sé que no sé… si entendí este chiste.”
—Sócrates entra a un bar.
—El cantinero le pregunta: “¿Una cerveza?”
—Sócrates responde: “Solo sé que no sé.”
Explicación:
Sócrates es famoso por su método de la duda y su frase “Solo sé que no sé nada”. Aquí se aplica en una escena cotidiana para crear una contradicción divertida.
2. “El dilema del prisionero en Tinder”
Dos personas hacen match.
Si uno escribe primero y el otro no responde: cringe.
Si ninguno escribe: no hay cita.
Resultado: nadie se anima.
Explicación:
Es un guiño al dilema del prisionero de la teoría de juegos: ambos ganarían si colaboran, pero el miedo a actuar solos les impide hacerlo.
3. “Descartes no existe”
—Camarero: “¿Desea un café, señor Descartes?”
—Descartes: “No, gracias”.
—¡Puf! Desaparece.
Explicación:
La frase “Pienso, luego existo” (Cogito ergo sum) implica que negar el pensamiento equivale a dejar de existir. Aquí se hace literal… y cómico.
4. “La paradoja del barbero”
El barbero del pueblo afeita a todos los que no se afeitan a sí mismos.
¿Quién lo afeita a él?
Explicación:
Una paradoja lógica clásica: si el barbero se afeita a sí mismo, no debería hacerlo. Pero si no lo hace… debería afeitarse. ¡Boom cerebral!
5. “Nietzsche en el gimnasio”
Nietzsche va al gimnasio:
“¡Dios ha muerto! ¡Y mis abdominales también!”
Explicación:
La frase “Dios ha muerto” es un ícono del pensamiento nietzscheano. Aquí se combina con el sufrimiento físico moderno… con abdominales muertos incluidos.
6. “El gato de Schrödinger en el veterinario”
—¿Está vivo o muerto el gato?
—Sí.
Explicación:
Broma sobre la superposición cuántica: el gato está vivo y muerto hasta que se observe. El humor surge del absurdo de dar una respuesta imposible.
7. “Kant en una fiesta”
—¿Te divertiste, Kant?
—No por gusto… por deber moral.
Explicación:
Según Kant, lo correcto se hace por deber, no por placer. Este chiste imagina a Kant en una fiesta actuando bajo su imperativo categórico.
8. “La caverna de Platón versión cine”
Fui al cine a ver sombras en una pared…
y no entendí si era filosofía o Matrix.
Explicación:
Referencia al mito de la caverna de Platón, donde los humanos solo ven sombras de la realidad. Aquí se lo vincula con el cine y lo confuso que puede ser.
9. “Bertrand Russell y el desayuno”
Hoy desayuné cereal.
Ayer también.
Ergo, siempre desayunaré cereal…
—Dijo nadie lógico nunca.
Explicación:
Una crítica al inductivismo. Russell advertía que las repeticiones no garantizan certezas. ¡Como el pavo que cree que siempre lo alimentan… hasta Navidad!
10. “Hume y la galletita”
—Comí una galletita, y luego sonó un trueno.
—¡Las galletitas causan tormentas!
—Hume: “Eso no prueba nada”.
Explicación:
David Hume cuestionaba la idea de causa y efecto. Que dos cosas pasen seguidas no prueba que una cause la otra. Ideal para memes de supersticiones.
¿Por qué estos chistes son malísimos pero igual los subimos?
Los chistes filosóficos tienen ese “doble click” mental: primero provocan una risa rápida, o no, y luego una pausa reflexiva. Aunque son muy malos, funcionan genial porque:
- Son inteligentes, pero accesibles.
- Se pueden compartir en redes y grupos.
- Dan ganas de aprender más filosofía.
Conclusión
Reírse con la filosofía es una forma de acercarse al pensamiento crítico sin solemnidad. Los grandes pensadores también fueron provocadores, irónicos y hasta sarcásticos. Si te gustaron estos chistes, estás listo para más. Y si no entendiste alguno… ¡eso también es filosofía!