lunes, septiembre 16, 2019

Diferencias y similitudes entre el mercado de la luz y el gas natural

Obviamente el mercado de la luz y el gas en España tiene un funcionamiento muy similar pero, en el fondo, funcionan de forma muy diferente.

Veamos algunas de las diferencias y similitudes que existen entre los dos mercados energéticos más grandes.

Diferencias y similitudes entre el mercado de la luz y el gas natural

Mercado libre vs mercado regulado

Tanto el mercado eléctrico como el mercado del gas natural “sufrieron” una liberalización que produjo la división entre un mercado regulado, controlado por el Gobierno, y un mercado libre, donde los precios lo fijan las diferentes compañías a partir del precio de venta de la luz o el gas natural.

Pese a que la ley para liberalizar el mercado del gas se redactó en 1998, no fue hasta 2008 cuando entró en vigor. En esta ley no sólo se separó el mercado libre del regulado, también se hizo la división entre comercializadora y distribuidora, y se dictaminó que la distribución general, el mantenimiento del sistema técnico de conductos y la acumulación de gas natural se separaba, también, de las distribuidoras y sería llevada a cabo por Enagás.

En el mercado eléctrico sucedió lo mismo, pero un poco antes, en 2007. Sin embargo, las distribuidoras se encargan de muchos más aspectos y Red Eléctrica Española es más un controlador.

Distribuidora y comercializadora

Como hemos visto, tras la liberalización de ambos mercados, se produjo una diferenciación entre distribuidora y comercializadora. En ambos casos, la distribuidora se encarga de distribuir y controlar sistemas de distribución, acciones técnicas o lecturas de contadores.

Por otro lado, la comercializadora se encarga de los contratos de luz y gas y de facturar a los diferentes clientes. Estas compañías pueden encontrarse en el mercado regulado y se denominan de último recurso. En estos caso, el precio viene fijado por una subasta que controla el Estado y es el mismo para todas. Por otro lado, la comercializadora del mercado libre fijan sus propios precios por lo que deberemos comparar cuál nos ofrece las mejores condiciones para nuestro caso.

Precio y costes

Es el aspecto en el que más se diferencian ambos mercados. Por un lado, el precio de la luz puede sufrir cambios (obligatorios) cada trimestre en el mercado libre. En el mercado regulado, el precio varía cada hora y es fijo para todas las compañías.

En el caso del gas, el precio varía cada seis meses, por las subastas mundiales y nacionales de gas.

En la factura de luz y gas pagamos por dos aspectos que podríamos decir que son generales: la disponibilidad y el consumo. Además de una serie de impuestos (eléctrico y de hidrocarburos) que son más o menos iguales. Además, el IVA es igual para ambos. Aunque el contador es más caro en el caso del gas.

La disponibilidad es la posibilidad que tenemos de suministro y tenemos que pagar por ello (no sólo al dar de alta la luz o el gas). En el gas la disponibilidad depende del tipo de tarifa (3.2 ó 3.2), en la luz, depende de la potencia. Por ende, en el gas sólo pagaremos, como mucho, por la tarifa 3.2 que nos permite un mayor consumo anual (Además, en esa tarifa el consumo es más económico, lo que compensa el tipo de tarifa). En el caso de la luz, hay muchas más potencias por lo que hab´ra muchos gastos diferentes (Cuanto menos potencia, menos pagamos). Así, podemos concluir que la disponibilidad del gas es menor que la luz.

Pero no terminan ahí las diferencias en costes. El coste del consumo de gas natural es mucho mejor que el de la luz. En una vivienda normal (una tarifa 3.1 y 4,6 kW de potencia), el consumo del gas puede llegar a ser un tercio de la luz. Veamos cuánto pagaríamos en cada factura con el mismo consumo, 100 kWh en un mes:

     Electricidad: Pagaríamos una factura de unos 36 euros.
     Gas natural: Pagaríamos una factura de unos 11 euros.

Como se puede observar, el gas es mucho más económico que la luz.

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